Hizo su fortuna a través de una página de Internet que le rogó a su madre que le deje abrir. Se dedica a la compra y venta de bolitas de vidrio
Un niño británico de 8 años se convirtió en el millonario más joven del mundo, debido a que -a pesar de su corta edad- dirige una empresa dedicada a vender bolitas de vidrio.
Su perfil empresarial comenzó cuando Harli Jordean vendió su colección de bolitas a sus compañeros de colegio y quiso buscar un portal en el que pudiera conseguir nuevas.
Para ello, el pidió a su madre que iniciara la búsqueda, pero al no encontrar el sitio, Harlile rogó que le permitiera abrir su propia página web llamada El Rey de las Bolitas de Vidrio.
De esta manera, el menor de 8 años creó hace dos años una compañía que ya factura miles de dólares al año.
El negocio creció y está en manos de Tina y los hermanos de Jordean. Ellos se encargan de la parte administrativa y financiera.
Mientras tanto “El rey de las canicas” disfruta de la mejor parte: escoge y selecciona el producto, diseña sus propios modelos hechos en China y juega con las que se le antoja.
El niño no solo es el jefe y creador del imperio, también es la imagen de su empresa: una caricatura suya hace da la bienvenida al sitio de Internet.
“Me encantan las bolitas de vidrio y me encanta tener mi propia compañía”, indicó Harli, que es jefe de su madre y de sus dos hermanos para cumplir con los encargos de sus clientes.
Después de buscar y buscar comprobaron que había pocas webs en las que comprar bolitas.
“Pensé que sería una buena manera de enseñarle algunas habilidades y responsabilidad“, “nunca pensé que llegaría a ser tan popular”, aseguró su madre.
“Mi sueño es tener una cadena de tiendas como Hamleys, será una de las tiendas de juguetes más grande del mundo, y se venderán todo tipo de canicas”, dijo Harli.
“Mis amigos aman que tenga mi propio negocio. Al principio no me creían, pero ahora ellos se han convertido en mis mejores clientes”, añadió.
El pequeño magnate asegura que la clave de su éxito estriba en delegar y sostiene que una de las cosas que le gusta de ser jefe es que otros hagan parte del trabajo de modo que si algo sale mal no es culpa de él.
Lo último que habla antes de ir a la cama es las canicas, y son lo primero que menciona en la mañana”, admitió la madre.
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